¿Alguna vez has deseado que un hilo invisible levantara tu mirada o te ayudara a conseguir un óvalo facial más definido, con menos arrugas? La medicina estética lo hace realidad gracias a los hilos tensores, uno de los tratamientos de rejuvenecimiento facial más innovadores. ¿Habías oído hablar de ellos?
En este artículo te contamos qué son, cómo funcionan y en qué casos merecen la pena los hilos tensores como rejuvenecimiento facial sin cirugía.
¿Qué son los hilos tensores?
Los hilos tensores son unos hilos muy finos, que se utilizan en Medicina Estética para rejuvenecer el rostro gracias a la eliminación de arrugas y flacidez facial, el levantamiento de cejas, la redefinición del óvalo facial y el contorno de la mandíbula.
Podemos diferenciar dos tipos de hilos:
- Los hilos permanentes, hechos de propileno.
- Hilos tensores temporales de diaxanona. Este material se reabsorbe con el tiempo por el organismo sin necesidad de ningún procedimiento para su retirada o modificación.
El efecto que consigue este tratamiento es como el de un lifting, con la ventaja de no tener que pasar por quirófano, ni por una operación invasiva y complicada.
¿Cuándo están indicados?
Este es un tratamiento que se realiza en los siguientes casos:
- Cuando se desean disimular las arrugas del contorno de los ojos
- Elevar las mejillas
- Reafirmar el cuello
- Conseguir una mayor asimetría
- Difuminar arrugas de la frente
- Reafirmar el contorno facial
Procedimiento del tratamiento con hilos tensores
- Antes de realizar la intervención, nuestros especialistas en medicina estética proceden a hacer una evaluación inicial. Durante esta evaluación, conocemos los objetivos y preocupaciones del paciente y determinamos la idoneidad del tratamiento.
- La intervención generalmente se realiza bajo anestesia local para minimizar las molestias durante el procedimiento. En algunos casos, se puede utilizar anestesia tópica para adormecer la zona tratada.
- Hay diferentes tipos de hilos, y la elección depende de los objetivos específicos del paciente y la zona a tratar. Estos pueden ser de polidioxanona (PDO), ácido poliláctico u otros materiales que estimulan la producción de colágeno.
- Una vez que la anestesia ha hecho efecto, el médico especialista realiza pequeñas incisiones en la piel para insertar los hilos tensores en la capa subcutánea. Estos hilos tienen pequeños ganchos o conos que se enganchan en los tejidos para levantar y tensar la piel.
- Los hilos tensores se ajustan y tensan la piel al ser manipulados por el médico. El objetivo es reposicionar los tejidos faciales, mejorar la flacidez y estimular la producción de colágeno para obtener resultados más duraderos.
- Una vez que los hilos se han colocado y ajustado correctamente, se cierran las pequeñas incisiones con suturas absorbibles.
Antes y después de los hilos tensores
- El post-tratamiento puede ser molesto y aparecer hinchazón en las zonas tratadas, aunque lo habitual es que no cause molestias.
- El tiempo de recuperación después de la intervención de hilos tensores es generalmente breve. Pueden ocurrir algunos efectos secundarios temporales como hinchazón, hematomas o molestias, pero estos suelen desaparecer en pocos días.
- Los resultados finales de la intervención con hilos tensores no son inmediatos. A medida que los hilos se disuelven, estimulan la producción de colágeno, lo que mejora la firmeza y la textura de la piel de manera gradual.
- Después del procedimiento, se programan citas de seguimiento para evaluar la evolución de los resultados y abordar cualquier inquietud del paciente.
Conclusión
Si deseas reafirmar tu contorno facial, levantar tu mirada, elevar las mejillas o difuminar las arrugas de la frente, no dudes en contactar con nosotros y pedir una cita de valoración. En nuestra clínica de estética en Jaén estaremos encantados de informarte sobre el tratamiento de hilos tensores, para rejuvenecer tu rostro sin cirugía.